sábado, 25 de julio de 2009

EL 29 de Julio se cumplen 20 años de una rica experiencia sobre la lucha por el suelo, en Uruguay.

Abordar el tema del suelo con propuestas claras y sin miramientos es uno de los temas capitales que hace a la problemática de la vivienda popular. Nadie puede dudar las mil y una luchas que la gente dio y seguirá dando por en definitiva “un lugar para vivir “que en última instancia es eso lo que está vedado por el Sistema. El problema es que la premura, la urgencia lógica y objetiva llevó a que de alguna forma el corto plazo es lo que prevaleció en la acción de las masas a la hora de resolver el problema. Es responsabilidad de todos quienes actuamos en el campo de la vivienda popular el analizar hasta el momento las distintas experiencias y sacar las mejores conclusiones. Las tomas, invasiones por heroicas que sean no apuntan a mi juicio a resolver el problema de la mejor manera. Es más, la mayoría de las veces las familias que asumen la medida se ven sometidos a un desgaste que termina generando problemas conexos que no siempre son los más deseados por la comunidad. Cuando desde las distintas organizaciones del campo popular se resuelve asumir como medida de lucha la toma de tierras, no debe de ser ella un fin en si mismo. La batalla del suelo urbano es como toda la problemática de la vivienda esencialmente política, por ende como tal debe de asumirse. Con ello me refiero a que la política no debe ir detrás de la medida de lucha sino exactamente al revés. Sin embargo poco se discute acerca de un tema que lleva años en América Latina, donde hay depositados en ella mucha energía pero con poco balance y perspectiva. Intentaremos entonces decir que es posible lograr mejores resultados en la medida de que estemos dispuestos a encarar el abordaje del tema con una táctica y una estrategia correctamente analizada.
En Uruguay país donde hasta el año 89 era desconocido el tema y producto de la precipitación de la crisis una serie de familias se organizaron para dar lugar a las llamadas ocupaciones de tierras de asentamientos irregulares. Se desarrolló esta lucha heroica por cierto, pero en la mayoría de los casos presa del clientelismo político y generando además un mercado informal de compra y venta de tierras por cierto nada aconsejables. Por su parte FUCVAM también en el mismo periodo impulsa una ocupación de tierras pero con características absolutamente distintas. La plataforma tenía como eje central la estructuración de una cartera de tierras a nivel nacional a los efectos de que se contemplaran el otorgamiento de tierras para la posterior construcción de las viviendas.
De alguna forma estábamos frente a dos medidas de lucha muy similares pero su carácter político era distinto y allí estribaba la diferencia fundamental. Con el paso de los años los saldos arrojados por ambas medidas fueron absolutamente distintos. Los asentamientos irregulares hasta el día de hoy siguen luchando para la llamada regularización de sus tierras, servicios etc. etc. El cooperativismo de vivienda sin embargo alcanzó parcialmente el objetivo ya que se estructuró una cartera de tierras pero solo a nivel del municipio de Montevideo (vale recordar que es el de mayor densidad poblacional del país) . Al influjo de esta lucha otros municipios con el paso del tiempo también lo hicieron .Esta batalla permitió que a la fecha más de 70 grupos cooperativos obtuvieran tierras con servicios ya que era tema central del reclamo que no cualquier tierra se aceptaría. Sin dudas que seguramente la conquista hubiera sido mucho mayor si ambos se hubieran unido. Pero también su táctica fue distinta, mientras unos ocupaban para habitar inmediatamente otros ocupaban para desarrollar un trabajo político frente al tema que a ambos aquejaba. Hoy en Uruguay ya nadie discute siquiera la necesidad de que el país cuente con una cartera de tierras, es decir además de ya tener una se pudo instalar en el debate público el tema que nos interesa. Con esto deseo reflexionar y sacar algunas conclusiones que a mi juicio pueden resultar importantes.


1) La ocupación de los cooperativistas tenía un claro objetivo estratégico.
2) Se contaba con una organización social y toda su infraestructura y experiencia de años.
3) La capacitación ideológica de los propios ocupantes fue fundamental porque se sabía para que se ocupaba.
4) Contó con el apoyo, la disciplina y el trabajo de la organización.
5) Se sabía que el problema de la tierra iba mucho más allá que la urgencia inmediata..
Por lo tanto una premisa fundamental es que la lucha por la vivienda en general debe de contar con Organizaciones que sean capaces de hacer la síntesis política de sus propias experiencias, es decir que no alcanza para resolver el problema con satisfacer la necesidad inmediata sino que hay que atacar el problema en tanto la conquista sea estratégica de lo contrario no se avanza.

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