jueves, 4 de junio de 2015

Por más que pase el tiempo, la lucha sigue.

POR MÁS QUE PASE EL TIEMPO. La lucha sigue. A fin de mayo y principios de junio estamos realizando en varios países una campaña acerca de la problemática del suelo urbano y la tierra rural. Hoy comencé a leer las conclusiones a la que están llegando las organizaciones y en particular me detuve en las declaraciones realizada por el compañero Miguel Cruzabie, quien es dirigente del Pueblo Guaraní Occidental ( CONAMURI ) Paraguay. Inmediatamente recordé que hace ya un tiempo, se me había solicitado hacer reflexiones finales acerca de una serie de artículos sobre la problemática del suelo y la propiedad. Ello porque en ese momento no encontré nada mejor que referirme a la carta enviada por el Cacique Piel Roja en 1854 al presidente de los EE UU. “ El Gran Jefe de Washington podrá confiar en lo que dice el Jefe Seattle con la misma certeza con que nuestros hermanos blancos podrán confiar en la vuelta de las estaciones. Mis palabras son inmutables como las estrellas. ¿Cómo podéis comprar o vender el cielo, el calor de la tierra? Esta idea nos parece extraña. No somos dueños de la frescura del aire ni del centelleo del agua. ¿Cómo podríais comprarlos a nosotros? Lo decimos oportunamente. Habeis de saber que cada partícula de esta tierra es sagrada para mi pueblo. Cada hoja resplandeciente, cada playa arenosa, cada neblina en el oscuro bosque, cada claro y cada insecto con su zumbido son sagrados en la memoria y la experiencia de mi pueblo. La savia que circula en los árboles porta las memorias del hombre de piel roja. Los muertos del hombre blanco se olvidan de su tierra natal cuando se van a caminar por entre las estrellas. Nuestros muertos jamás olvidan esta hermosa tierra porque ella es la madre del hombre de piel roja. Somos parte de la tierra y ella es parte de nosotros”. HOY MAYO DEL 2015 Miguel en el Foro de la ciudad de Asunción dijo: “La cuestión de territorios indígenas es algo importante para todos y todas, porque ustedes son descendientes de nuestra sangre… nosotros sentimos a la tierra como nuestra madre, no como un objeto que se debe explotar solo para la producción, tenemos una cosmovisión diferente de la vida… Nuestras tierras y territorios están siendo apropiadas por sojeros, ganaderos de otros países, esto trae como consecuencia la expulsión de nuestros territorios para ir vivir en la periferia de la ciudad. Los Pueblos Indígenas resistimos en el campo y también en la ciudad, porque en la ciudad otra vez nos quieren sacar nuestras tierras. Una de nuestras características es la movilidad, no nos quedamos en un solo lugar, nos movilizamos en diferentes lugares, nos movemos porque a veces sufrimos inundaciones por lluvias, otras veces nos movilizamos por las sequías, otras veces migramos para trabajar. La disminución de la tierra nos lleva a no quedarnos en un lugar, nos sacan nuestras tierras, nuestros bosques, nos cuesta quedarnos en un lugar donde nos fumigan con agrotóxicos, donde enferman la tierra y nos enferman a nosotros mismos, los Pueblos Indígenas vemos según nuestros ancestros, cuando se tumba el monte llora la tierra, por eso las lluvias, las lluvias son el llanto de la tierra, por eso las inundaciones, en los bañados, en el campo y en la ciudad… En las ciudades también existen Pueblos Indígenas, sin territorio es imposible de vivir dignamente, los que viven sin territorio, ya no son como pueblos indígenas, sino que viven solo para mantenerse, comen para sobrevivir, ya no tienen espíritu, esta situación lleva al exterminio total de los pueblos indígenas, aún existen pueblos en el chaco como los Ayoreo que son silvícolas y viven en aislamiento voluntario, están los Guanas que quedan solo 100 personas aproximadamente, que sobreviven a pesar de los españoles y la dictadura, están saliendo adelante, sobreviviendo, sufriendo mucho frente al estado que jamás le dio importancia a los Pueblos Indígenas, desde la dictadura, este gobierno (Horacio Cartes – ANR) es lo peor. Relato Gustavo 4/6/15 POR MÁS QUE PASE EL TIEMPO. LA LUCHA SIGUE

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