jueves, 21 de agosto de 2014

Argentina . El nieto 114

El 114….. Publicado en La República Uruguay 16/8/14. El pasado 5 de agosto, me encontraba mirando el noticiero televisivo y apareció ella, con una calma extraordinaria, contestó las distintas preguntas que se le realizaban en una rueda de prensa. Yo no podía creer lo que oía de la boca de esa inmensa mujer, lo contaba con tanto amor, con tanto cariño que daba gusto verla y escucharla. Su cara era toda sonrisa, transmitía mucha paz, mucha convicción y sobre todo, una alegría inmensa. Sentí tantas cosas al verla, tuve ganas de romper el aparato de la televisión y poderme trasladar a su lado para darle un abrazo inmenso, para decirle gracias por demostrarnos que se puede y se debe buscar la identidad de todos los niños secuestrados por las dictaduras. Esta abuela de todas y todos, porque hoy todos nos sentimos sus nietos, porque hoy todos fuimos un poquito más felices, al saber que en el hermano país de Argentina se encontró el nieto 114 que recobra su verdadera identidad, gracias a la búsqueda incesante de las abuelas y madres de los y las compañeras desparecidas. Pidió mucho respeto, solicitó en más de una oportunidad que se le respetara mucho a su nieto y que no quería perturbarlo por todo lo vivido. Y pensé en mi país, en cada 20 de mayo que caminamos pidiendo verdad y justicia, pensé en nuestras madres y abuelas igual de impresionantes que Estela de Carlotto, esta mujer que hoy nos sacó lágrimas, de alegría y también de bronca contenida. Y pensé también que la gran mayoría de los torturadores y secuestradores siguen libres por las calles de mi país, como si nada pasara. Me acordé de la jueza Mariana Mota, de Sara Méndez, de Tota Quinteros, de Luisa Cuesta y de la brutal impunidad de la cual gozan quienes secuestraron, torturaron y mataron. Gracias Estela, gracias madres y abuelas consecuentes e impresionantemente valientes que siguen en la búsqueda incesante de sus seres queridos. Espero además que todas y todos quienes tuvimos la oportunidad de escuchar a la abuela Estela, reflexionemos una vez más y redoblemos el compromiso no solamente los 20 de mayo de marchar, sino de todos los días del año, porque un pueblo sin memoria, podrá repetir hechos que nadie desea. Me preguntaba cómo se sentirían los que sin haber torturado, sin haber secuestrado, colaboraron apoyando la ley que les otorgó total impunidad a los asesinos en mi país. Seguramente convencidos de que hicieron lo correcto, pero es bueno que sepan que son absolutamente responsables que esta abuela, como tantas más , padeció no solamente la desaparición de su hija, sino que durante 36 años de su vida no pudo saber el destino de su nieto. Todo lo que hagamos es poco para llegar a que la memoria se transforme en acción emancipadora de la verdad y que descubierta ésta, se haga justicia. Sí justicia, sencillamente eso. Los enemigos de las abuelas y las madres apostaron denodadamente a que el paso del tiempo, trajera la resignación de ellas, que bajaran los brazos, que ya no se movilizaran. Imposible, qué madre o que abuela no va a luchar hasta conocer la verdad de lo que le sucedió a su hijo, a su nieto, saber en definitiva dónde están y que fue de ellos. Por eso mismo, todos debemos de asumir el compromiso una y mil veces de estar junto a las madres y las abuelas. Y algo que parece a algunos habérseles olvidado, sus hijos fueron para muchos de nosotros además nuestros compañeros, nosotros hemos tenido la suerte de aún vivir para contarlo, pero por sobre todas las cosas de vivir para no olvidarlos. Gustavo González ( Analista)

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