lunes, 31 de enero de 2011

Lo que desnuda la ocupación de tierras del barrio Capra ( Montevideo)

LO QUE DESNUDA LA OCUPACIÓN DEL CAPRA

Los hechos ocurridos a partir de la ocupación de un terreno en la zona de Manga colocó con virulencia nuevamente la problemática de la vivienda en el país.
Varios actores políticos y sociales opinaron acerca del tema y en particular los medios masivos de comunicación le otorgaron al suceso una notoriedad, como nunca una medida de este carácter había tenido en nuestro país.
A todos los que nos ocupa desde hace mucho tiempo el tema de la vivienda en general, nos convoca no solamente a opinar sino que mi intención es hurgar en la profundidad de la situación en sí, para analizar la cuestión política e intentar humildemente dar soluciones al respecto.

Sí deseo aclarar que me parece inadmisible frente a esta situación, circunscribir el problema a un acto policiaco o de mero trámite administrativo judicial, cuando en realidad estamos frente a un tema inminentemente político y de gravedad social importante, por algo el Gobierno declaró la vivienda emergencia nacional . La ocupación en sí movió el tablero político, basta con ver la serie de declaraciones que generaron más allá de los que sufrieron el problema.

Lo que desnudó la ocupación y debemos reparar.

1) la derecha política del país apuntó todas las baterías que pudo al tema, desde editoriales que aplaudieron el desalojo, desde la perspectiva que se defendió el “sagrado derecho a la propiedad y el orden social establecido”, olvidando como siempre el derecho a la necesidad de la gente y tratando al suelo como mercancía y no como derecho de todos/as los terrícolas.
2) Aprovecharon además desde las Corporaciones del capital, como los son la Cámara de la Industria de la Construcción y los defensores del capital inmobiliario a criticar al gobierno por su falta de política en el tema de vivienda.
3) Intentaron por todos los medios hacer ver que existían detrás de la ocupación intereses políticos no del todo claros y lo que es peor que algunos compañeros se sumaron a ese canto. Es evidente que si se juntan 250 personas, por algo se juntan y alguien los organiza, pero también si se agrupan también será porque el problema que los convoca es real, nadie saca peces del desierto. Lo importante desde la izquierda es estar en el tema, atenderlo e intervenir si creemos tener la razón y propuesta, lo que no comparto es solamente reducir el tema al Poder Judicial, espero que no a la justicia social que es otra cosa muy distinta, ésta última ampara a los que son sin techo reales, no tengo dudas.
4) El problema de vivienda existe, es real y no hay cuentos, no lo minimicemos buscando “vende tierras” o “extremistas” detrás del problema, nuestra parálisis frente a la situación no es lo mejor. Desde el año 2007 el Parlamento Nacional aprobó en la Ley de Rendición de Cuentas, inciso 14 y artículos 467 y subsiguientes la constitución de la Cartera de tierras, es decir se le otorga al Poder Ejecutivo la facultad ( que naturalmente tiene) de solicitar a los distintos Ministerios las tierras e inmuebles sin uso y puede perfectamente cambiarle su destino, con lo cual el MVOTMA tendría lo que debe de tener para construir, ¡tierras!.Además no le permitiría al diputado Javier García colocarse en que descubre la pólvora en que solo en cuatro organismos a partir de un pedido de informes se descubrieron la friolera de 250 tierras e inmuebles en desuso. Porque bueno es decirlo su Partido estuvo en el gobierno y nada hizo al respecto.
5) Los ocupantes que efectivamente necesitan vivienda observaron con atención positiva la posibilidad de constituirse en Cooperativa de Vivienda de Ayuda Mutua, a partir de la correcta intervención de los dirigentes de FUCVAM que se acercaron a la ocupación, presentando alternativas al tema y esto hay que valorarlo positivamente, en la medida que presentan una salida real al problema. Ya hoy los ocupantes que verdaderamente quieren resolver, se organizaron en una Cooperativa.
Deseo reflexionar sobre un brillante artículo publicado en La República del 19 de enero, del economista Jorge Notaro que entre varias cuestiones importantes dice que durante el 2009 fueron 846.112 obreros y empleados que tuvieron un ingreso mensual líquido de $ 10.174.
Seguramente en esa masa trabajadora se encuentran potenciales Cooperativistas de vivienda, porque son los que sufren además dos cuestiones. Por un lado los alquileres han aumentado el 20% , rubro que aumentó más que todos los de la canasta .Y por el otro lado son trabajadores que no son contemplados por su poca capacidad de ahorro y además porque no están en la población llamada de “extrema pobreza” o “indigencia”.
El lector puede pensar que no todos desean esta alternativa, claro que sí, pero no hay duda de que muchos de los que están dentro de esta masa salarial, seguramente no tienen resuelto bien el problema de la vivienda. Y no tendrían ningún problema de integrarse en una Cooperativa. El Plan Juntos puede verse como un Programa, jamás como un Plan de Vivienda, aunque pareciese que están tomando al mismo como quien todo lo va a resolver y no es correcto manejarlo de esa manera.
Un Plan nacional necesita variadas alternativas, pero en nuestro país en particular no tenemos mucho para inventar (porque puede salir caro).
Hoy al fin el Cro Jorge Patrone ( Vice ministro de Vivienda) reconoce que los números reales del presupuesto no aumentaron tanto como se dijo en primera instancia, frente a la pasada Administración. Por lo tanto los recursos no sobran, hagamos lo que hay que hacer, impulsemos realmente el Cooperativismo de Vivienda de Ayuda mutua como “buque insignia”, modelo ejemplo en el Continente, pongamos en práctica la CARTERA DE TIERRAS. Con esto no vamos a resolver totalmente el déficit habitacional, que es un lastre de años, pero sí vamos a trabajar sobre pasos ya andados con una gran experiencia acumulada. Que se puede mejorar, perfeccionar el modelo Cooperativo, claro que sí, pero no hay duda que dará resultados. No estamos inventando nada, solo deseo que se institucionalice en el Estado un modelo que ya se experimentó, aún con todo el viento en contra durante décadas.
La solución al problema de la vivienda no vendrá jamás de emprendimientos privados, porque ellos no construyen donde está la población que suma en el déficit tanto cuantitativo como cualitativo, pero perfectamente en nuestro país las soluciones puede en gran medida venir, si se valora lo que nuestra gente creó y luchó por ello. Insisto siempre con viento en contra, se trata de ponerle el viento ahora a favor y se verán los resultados. Tampoco digo que deba de ser la única alternativa, pero sí una de las fundamentales ya probada y con éxito.

Gustavo González ( Analista)Publicado en contratapa del Diario La República ( Uruguay 27/1/11)

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