Ningún analista se anima a pronosticar efectivamente el fin de la crisis, más allá de aquellos que tienen como objetivo político la defensa del sistema imperante, desesperados por no reconocer efectivamente que la salida no se observa por ningún lado.
Hay tres aspectos que son irreversibles y que de no modificarse harán que la crisis lejos de superarse se agudice.
Existen abultados déficits fiscales, producto de la caída de las recaudaciones, ello impide directamente la reactivación del gasto social por parte de los distintos Estados.
La contracción del crédito fundamentalmente ligado a la producción, esto indefectiblemente impide la reactivación del consumo.
Y el tercer elemento es la agudización del desempleo por falta de ventas.
Estos tres elementos que son tan fáciles de enumerar y que además no son ningún invento mío sino que cualquier economista sabe que de no resolverse esto sin dudas la crisis se agudizará.
Para los Movimientos Sociales esto es un análisis que no puede faltar, tener claridad sobre la dramática situación les permitirá a los mismos hacer caracterizaciones de la etapa ajustadas a la realidad y por ende actuar en consecuencia.
Todos los cantos de sirena que se puedan oír acerca de reactivaciones posibles no son reales en la actualidad, por lo tanto organizarse, prepararse, y profundizar en las propuestas, siendo concientes que la unidad para la acción con una estrategia clara solo puede ser una carta de triunfo. Que por cierto no será fácil, pero se trata de una tarea indispensable. Toda crisis de este carácter profundo abre enormes posibilidades para que las organizaciones puedan avanzar en la medida que tengan claros sus objetivos estratégicos.
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