viernes, 11 de diciembre de 2015

Elecciones en Venezuela: Volvamos a la autocrítica.

VOLVAMOS A LA AUTOCRÍTICA. Publicado el 9 de diciembre en el Diario La República. Los resultados de las elecciones de Venezuela, deben de hacernos reflexionar a todas y todos los que nos reclamamos de izquierda. No descubriremos nada nuevo diciendo que la derecha hizo todo lo posible para lograr este triunfo, que la culpa es de ellos, que utilizaron los medios de comunicación para manipular etc etc. Yo me pregunto si alguna vez la derecha se comportó de otra manera, jamás. Por tanto buscar solamente las causas de una derrota en la ruindad de la derecha, se queda muy corto en el análisis. Tampoco diciendo que se demostró que las elecciones no fueron fraudulentas, yo jamás tuve dudas al respecto e insistir en demostrar que así fueron, no es lo mejor. A la luz del resultado de éstas elecciones y también las de Argentina, debemos de aprovechar ello para realizar un debate a fondo de todas las causas y por sobre todas las cosas si no será que se cometieron errores, no para juzgarlos perversamente, sino para que les permita a los trabajadores a las organizaciones del campo popular y a los partidos políticos de la izquierda rectificar. Últimamente la izquierda se apoya en prácticas caudillescas, de nuevos líderes y liderezas, a las que nadie puede negar su arraigo popular, pero debemos de pensar en armar colectivos, de eso se trata. Para ello debemos de ser mucho más rigurosos en el análisis y debemos de reconocer mal que nos pese, que la izquierda en los últimos 20 años se desideologizó, no hay duda de ello. Y a no mentirse, para llegar a los gobiernos, hemos cambiado hasta los términos de nuestras convocatorias y rebajado varios de nuestros programas. Este tropezón debe de servir para reflexionar insisto en ello, no basta con decir que el enemigo es malo, porque no conozco enemigos buenos. Pero comencemos por ello ser concientes de lo que implica calificarlos de enemigos. No alcanza para satisfacer las inmensas necesidades de las masas, el botín del Estado, no confundamos nunca tener el gobierno con tener el poder. Redistribuir la riqueza sin tocar al capital es imposible y en la mayoría de nuestros países el capital vive y lucha, esto es lo que hay que ver. Mal le hacemos a todo proceso de cambio si somos livianos en nuestro análisis, si les perdonamos cosas que a la derecha nunca se la perdonaríamos y está bien que así sea. El Ché nos dejó un legado que hay que retomar, él era sumamente estricto con el error o la desviación de un compañero. Mucho más debemos de serlo con todo un proceso de cambio. Volver a las fuentes de inspiración históricas, al debate fraterno que busque la superación y no llevarnos por enconos personales. Jamás catalogar al compañero que critica de frente, que está trabajando para la derecha, ese tipo de prácticas solo nos aleja de las rectificaciones indispensables en nuestro accionar permanente y dialéctico. Volver al núcleo, al Comité, a los espacios de debate con la crítica y la autocrítica permanente nos hará fuertes, solo así se crearán los colectivos militantes concientes del rol que deberemos de cumplir. Recordemos a Gramsci , cuando decía la verdad es siempre revolucionaria. Por más que los Lacalle y los Batlle ahora festejen, ellos saben que el sistema que han defendido históricamente no solamente es irracional sino imposible de sustentar en la hora actual de la brutal crisis capitalista. Les llegará la hora de la derrota final, más temprano que tarde. Gustavo González (Analista).

No hay comentarios:

Publicar un comentario