sábado, 20 de diciembre de 2014

El derecho a la ciudad.

El Derecho a la Ciudad. Publicado el 20/12/14 Diario La República ( Uruguay) En nuestro último artículo publicado en La República, decíamos que cercanos ya a las elecciones Municipales, nos parecía importante asumir el reto de plantearse el llamado “derecho a la ciudad”. Seguramente la campaña electoral de los distintos partidos políticos intente discutir temas tales como, recolección de residuos, seguridad ciudadana etc. Entiendo que el tema debe ir mucho más allá y la izquierda en particular tiene el deber de hacerlo reivindicando como parte sustantiva de su Programa, justamente éste derecho. Luego ya de cinco administraciones del Frente Amplio, el cual sin dudas hizo mucho, pero es momento de colocar el tema de la ciudad como un todo e ir más allá. El derecho a la ciudad es entonces restaurar el sentido de ciudad, instaurar la posibilidad del “buen vivir” para todos, y hacer de la ciudad “el escenario de encuentro para la construcción de la vida colectiva” Asimismo, la vida colectiva se puede construir sobre la base de la idea de la ciudad como producto cultural, colectivo y, en consecuencia, político. La ciudad, como lo analiza Jordi Borja, es un espacio político, donde es posible la expresión de voluntades colectivas, es espacio para la solidaridad, pero también para el conflicto. El derecho a la ciudad es la posibilidad de construir una ciudad en la que se pueda vivir dignamente, reconocerse como parte de ella, y donde se posibilite la distribución equitativa de diferentes tipos de recursos: trabajo, de salud, de educación, de vivienda, recursos simbólicos: participación, acceso a la información, etc. El derecho a la ciudad es “el derecho de toda persona a crear ciudades que respondan a las necesidades humanas. Todo el mundo debería tener los mismos derechos para construir los diferentes tipos de ciudades que queremos. El derecho a la ciudad como lo afirma David Harvey, no es simplemente el derecho a lo que ya está en la ciudad, sino el derecho a transformar la ciudad en algo radicalmente distinto”. De esto se trata, de animarse a definitivamente colocar el problema en su eje clave, es decir la ciudad tiene que ver con el acceso a los servicios elementales que satisfagan a los más vulnerables dentro de ella. La ciudad tiene que ver con la segregación espacial, a la que cada día más la inmensa mayoría de la ciudadanía está sometida. Montevideo aún goza de ser una ciudad “habitable”, pero se trata insisto de repensarla, de lo contrario podremos caer en un gran caos urbano, donde mande más el automóvil que el peatón, donde el mar se oculte detrás de grandes edificios, donde los espacios verdes sufran privatizaciones , donde los niños y ancianos sean presas de accidentes permanentes. Claro encontraremos en ese camino obstáculos de quienes son los responsables de segregar las ciudades, pensando que con barrios privados se resuelve el tema en tanto y cuanto ellos puedan hacerlo, el resto poco les importa. Reconstruir una ciudad de cara a las grandes mayorías, apostar a ellas involucrándolas en el quehacer político de esta batalla. Eso implica cambios estructurales profundos en los patrones de producción, consumo y en las formas de apropiación del territorio y de los recursos naturales. El derecho a la ciudad se refiere a la “búsqueda de soluciones contra los efectos negativos de la globalización, la privatización, la escasez de los recursos naturales, el aumento de la pobreza mundial, la fragilidad ambiental y sus consecuencias para la supervivencia de la humanidad y del planeta.” Tomando en cuenta la crisis global que vivimos hoy día, y que presenta un carácter sobretodo urbano (partiendo de la crisis del mercado inmobiliario en Estados Unidos), Harvey afirma que “si esta crisis es fundamentalmente una crisis de urbanización, entonces, la solución debería ser la urbanización, y ahí es donde la lucha por el derecho a la ciudad es fundamental, puesto que tenemos la oportunidad de hacer algo diferente”. Sí, existen alternativas al desarrollo urbano basado en la mercantilización, la privatización, el deterioro de los vínculos sociales, y el derecho a la ciudad es una herramienta, una propuesta para lograr la construcción de ciudades diferentes en donde todos puedan tener un lugar para vivir en dignidad. Gustavo González ( Analista)

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