martes, 25 de junio de 2013

Brasil : un gran llamado de atención.

BRASIL UN GRAN LLAMADO DE ATENCIÓN. ( Publicado en el Diario La República 25/6/13). Cuando todo parecía perfecto, cuando en el país rey del fútbol se preparaba la gran fiesta de la Copa Confederaciones, un gigante de pueblo se levantó y alzó su voz. Miles y miles de jóvenes, trabajadores, estudiantes, amas de casa le dijeron ¡!!!! Basta!!! al despilfarro de dinero , de los grandes mega proyectos que ocasionaron miles de desalojos de viviendas humildes, para allí construir obras faraónicas , generando millones a las grandes empresas multinacionales de la construcción. Estando en el año 2010 en Río de Janeiro con motivo del Foro Urbano Mundial, compartí con la gran compañera defensora del derecho a la vivienda Raquel Rolnik un panel donde denunciamos este atropello. Es importante aclarar que Raquel es una urbanista comprometida desde siempre con el Movimiento popular de la vivienda, fue además asesora del primer gobierno de Lula en el Ministerio de las Ciudades. Muchos en aquel panel, nos dijeron que estábamos equivocados, que para el pueblo de ese país, nada había como el fútbol y la samba. Se equivocaron, ellos. Hoy el pueblo brasileño nos dio la razón. El primer motivo de las movilizaciones fue el aumento del transporte público, pero la gente que está en las calles, no se quedó allí, pasó a denunciar los gastos absolutamente superfluos, frente a los problemas de educación y salud que vive la gente. Distintos analistas están sorprendidos, no atinan a realizar ningún pronóstico político, de lo que hoy sucede en las calles de Brasil. Me permitiré algunas consideraciones primarias, que nos deben ayudar a realizar un balance político de las causas y posibles consecuencias del tema. Lo que la realidad está demostrando es que primeramente no se puede decir es que esto es una maniobra o una provocación de la derecha, una movilización de masas de miles y miles pone en riesgo y en cuestión, la propia estructura del sistema capitalista, la derecha política, puede querer aprovechar esto, pero al ser multitudinaria más temprano que tarde, estarán contra ello. Un elemento no menor y clave del análisis, es ver con claridad que si bien pareciere que la movilización es espontánea y sin una verdadera conducción política, de mantenerse en el tiempo se irán generando nuevos liderazgos representativos de este sector, de lo contrario perecerá rápidamente, pero no deja de ser un importantísimo llamado de atención. Brasil y su gobierno no son socialistas ni mucho menos, han intentado administrar la crisis con programas netamente asistencialistas , sin tocar la estructura del sistema capitalista, base de las desigualdades que generan revueltas y descontento. Aquí está el fondo del problema, es en esto que hay que reparar. Las organizaciones representativas de los sectores populares han sido cooptadas por el modelo imperante, esperando que los cambios reales llegaran y justificando medidas que no deberían haber justificado. La independencia política indispensable para el avance de los sectores populares en todo proceso de cambio fue abortada, aún en Movimientos beligerantes como los Sin Tierra. El caso “mensenlao” que desenmascaró la corrupción de altos dirigentes del PT , no quedaron en el olvido de la gente, hoy resurge nuevamente con su denuncia en las calles. Algunos analistas pretenden convencernos de que son estos actos promovidos por clases medias, habría que verlo con más detenimiento, esto no tiene que ver con lo sucedido en Argentina contra el gobierno de Cristina Fernández, es otra cuestión y otro contexto. Aquí se está cuestionando una forma de hacer política, al no ser conducido el descontento por las Centrales Obreras y otras organizaciones representativas, la gente optó por tener una salida espontánea. Los riesgos de ello es que o bien el movimiento en alza muera por falta de conducción verdaderamente política y con una propuesta alternativa, que la ultra izquierda destroce un verdadero movimiento de masas optando por una propuesta fuera de contexto. Pero lo peor será la parálisis política frente a los hechos de las organizaciones populares y sus direcciones. Me animo a decir que podemos estar frente al agotamiento de un modelo de conducción alejada efectivamente de los cambios indispensables que deben de plantearse. Esto absolutamente independiente de cálculos electorales. El gran acierto de esta movilización, es que pone en debate a un gobierno que diciéndose de izquierda, solo han administrado la crisis capitalista, pero ello en el grado de la crisis mundial del sistema que sostienen, no tiene ninguna perspectiva histórica que resuelva los problemas centrales de la gente. La gran tarea de los activistas de la izquierda brasilera, de las Direcciones de los movimientos populares es hoy ponerse justamente a la cabeza de los reclamos de los miles que han salido a las calles y exigir los verdaderos cambios estructurales que el país necesita. Esta alarma debe de servir además a todas y todos los países de la región a los efectos de hacer un profundo balance político, sin prejuicios, con crítica y autocrítica profunda de lo realizado por los llamados gobiernos progresistas de la hora. Gustavo González ( Analista)

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