CAERA LA DICTADURA, TIENE LOS DÍAS CONTADOS.
LA DICTADURA Hondureña tiene los días contados, cayó en el más brutal aislamiento, no existe un solo organismo internacional que no la condene enérgicamente.
El pueblo resiste en las calles y todo hace pensar que el mantenimiento de la dictadura es insostenible.
Sin lugar a dudas, la rápida solidaridad internacional actuó positivamente, se suceden manifestaciones frente a las distintas embajadas de Honduras en varios países del mundo, solicitando la pronta restitución del presidente Zelaya.
No deseo aquí enumerar todos los actores que han actuado positivamente para que esto rápidamente se produjera. Lo importante es que hoy la situación política está planteada de esta forma, es decir, la dictadura totalmente aislada.
Ya se habla hoy que Zelaya estaría dispuesto a entrar a Honduras con distintas personalidades del ámbito internacional.
Lo importante de este escenario, es como se sale de la mejor forma porque ya se escuchan voces, con mucha habilidad política que hablan de “abrir un diálogo”, así lo dijo Obama, entre otros, independientemente que éste reconoce a Zelaya como el presidente constitucional de Honduras. Obviamente que otra cosa no se puede decir.
Pero entonces ¿diálogo con quien? ¿con los golpistas?.
Aquí el elemento central que condujo al golpe es que de haberse dado el domingo próximo pasado la consulta popular, era indudable que ganaría la propuesta de Zelaya.
Es decir luego de ese triunfo, se deslegitimaba toda representatividad de cualquiera que ganara las elecciones de fin de año y para los grupos de poder la situación política sería insostenible. Y lo más importante se profundizaría el proceso de cambio impulsado por Zelaya.
Lo importante de esta situación es tener claridad a la hora de ver la mejor salida.
Primeramente debe de destituirse a los integrantes del parlamento nacional por golpistas, es decir les debe de caer todo el peso de la ley.
Ahora sí la convocatoria de una Constituyente es obvio que se impone, frente al vacío del parlamento nacional.
No hay nada que discutir ni negociar con los golpistas, solo el sentarse a discutir con ellos, los legitima.
Si esto no se produjera, si Zelaya vuelve pero solo a terminar su periodo sin que se lleve adelante la consulta popular y se admite que los parlamentarios que aprobaron el golpe continúen, sería un gran error político y un triunfo de los golpistas.
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