No cabe duda que nuestro Continente está viviendo momentos políticos distintos, a partir de la asunción de una serie de llamados gobiernos progresistas, algunos de ellos ya repitiendo periodos gubernamentales, otros iniciando y otros a medio camino de sus mandatos.
Quienes trabajamos desde hace años en el campo de la vivienda popular y resistimos a los peores momentos del neoliberalismo, estamos en la obligación de objetivamente evaluar efectivamente cuanto cambió la política de vivienda de estos nuevos gobiernos o cuanto no cambió.
La gran expectativa en el campo popular que estos gobiernos generaron, nos lleva a poder evaluar, el camino recorrido por éstos.
Todos ellos han prometido cambios reales y ello fue lo que ocasionó las distintas victorias electorales, es momento de que los Movimientos Sociales Urbanos puedan analizar con la mayor objetividad, si efectivamente se avanzó o no en el campo de la vivienda. No es bueno dejar pasar el tiempo sin analizar en profundidad este aspecto, ello nos servirá sin dudas para ver cual debe de ser efectivamente la actitud de los Movimientos en este nuevo escenario. Por cierto es muy difícil, nuevo y complejo, pero sin poder ver nuestra práctica en ellos no avanzaremos.
Considero que las distintas redes , organizaciones, Movimientos que actuamos en el Continente , deberíamos no tener miedo a evaluar en profundidad este tema, digo miedo porque puede existir el falso concepto, de que como son de corte progresistas no se les puede criticar, a mi juicio es todo lo contrario. Este hermoso tiempo político que se está viviendo en el Continente debe de permitir un fraterno debate, sin apasionamientos, para que con la mayor objetividad podamos seguir avanzando.
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