Honduras, país esquilmado a lo largo de toda su historia, fue el elegido el 28 de junio para dar un nuevo golpe de estado a los efectos de poder derrocar a su presidente Constitucional Zelaya , pero y fundamentalmente para frenar el avance sustantivo del Movimiento Popular hondureño que tenía como objetivo la creación de la Asamblea Constituyente . Este era en realidad el gran objetivo de este operativo montado por la oligarquía nativa y la complicidad de lo más reaccionario del imperialismo. No son casualidades que Hilary Clinton desde el principio del conflicto habló de dos partes, es decir fue la primer canciller en legitimar la parte golpista. Luego se sucedieron las dilatorias vergonzantes de la OEA y el llamado acuerdo de Costa Rica donde el presidente Arias en los siete puntos de una posible salida “ este premio Nobel de la paz” escribió por sobre todas las cosas que si bien Zelaya debía volver ( bueno sería si no ) de ninguna manera era posible la convocatoria a Asamblea Constituyente. Cuestión que Zelaya desde el principio aceptó. Hoy increíblemente una delegación de EE UU forzó conversaciones sin ninguna duda , para que se llegara a mi juicio a este acuerdo, que pondrá nuevamente a Zelaya en su presidencia.
Pero lo heroico fue el pueblo Hondureño, fueron las organizaciones campesinas, el magisterio, los grupos de mujeres. los trabajadores sindicalizados , las cooperativas de vivienda y asociaciones barriales, artistas comprometidos, los que estructuraron el Frente de la Resistencia que por más de cien días lucho en las calles, cortó las carreteras, bloqueó las fronteras, denunció a los golpistas y reivindicó fundamentalmente además de la restitución de Zelaya la convocatoria a la Asamblea Constituyente. Nadie si iba a creer las elecciones nacionales hondureñas en el mundo, con Michelleti en el gobierno, para los gringos esta situación ya se escapaba de las manos, hoy ya Honduras es otra, gracias a la Resistencia heroica de su pueblo. Hoy la llamada república bananera esquilmada por años, elegida seguramente por sus debilidades para este ensayo golpista, hoy ya es otra, la historia se encargó de demostrar una vez más que las organizaciones del campo popular son efectivamente las que verdaderamente defendieron y defienden la democracia a la hora de las horas.Muchas enseñanzas a todas y todos nos dejará seguramente esta experiencia de lucha del hermano pueblo Hondureño. Si bien el último acuerdo no está aún firmado, todo hace suponer que no habrá escapatoria para la firma del mismo. Por ello el haber vivido muy de cerca todo este proceso me obliga a en futuras notas intentar contribuir a por lo menos lo que a mi juicio debe de quedar muy claro. Aquí los verdaderamente consecuentes han sido las organizaciones de la Resistencia , fueron los que pusieron lo mejor de sí para esta lucha, no importándoles arriesgar como lo hicieron hasta sus vidas en las calles.
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