miércoles, 16 de mayo de 2012

Uruguay: Lo dicho por FUCVAM en el 1 de mayo .

Compañeros y compañeras, público en general. Este gobierno ha decreto a la vivienda en emergencia nacional. Saludamos desde un comienzo que después de tanto años un gobierno reconozca la situación catastrófica que en el tema vivienda vive nuestro país, con más de 300,000 familias viviendo en condiciones de hacinamiento y precariedad. Esta declaración alentó la esperanza de numerosas familias de poder acceder a una vivienda digna. Sin embargo en el momento de destinar recursos para respaldar esta afirmación la actual administración se ha quedado corta. A la salida del gabinete de ministros en el cual se aprobó el presupuesto, el Ministro de Trabajo y Seguridad Social, Eduardo Brenta, informó que se aumentaba la asignación para vivienda hasta la suma de 900 millones de dólares. El Ministro señaló que ello implicaba un incremento del orden del 75% respecto del presupuesto del quinquenio anterior, que ascendió a 500 millones de dólares. Si se hace la comparación en dólares, en realidad el incremento sería del 80%. La primera observación es que los presupuestos no se hacen en dólares, sino en pesos, y que como la relación entre pesos y dólares varía con el tiempo, hacer comparaciones en dólares puede inducir a error, más aún teniendo en cuenta que lo que interesa realmente no es cuántos pesos o dólares se adjudican, sino qué se puede comprar con ellos, lo que hace intervenir otro factor, el más importante: la inflación. Los 500: U$S que en números redondos asignaba el presupuesto del período anterior a la vivienda, son 12.750 millones de pesos, mientras que los 900: U$S del nuevo presupuesto implicarían 17.630 millones de pesos. El aumento en “pesos corrientes” (sin tener en cuenta la inflación), ya no sería de un 75% sino tan solo de un 38,3%, la mitad que el aumento en dólares. Ahora bien, el costo de construcción en el período de 1 de enero de 2005 a 1 de enero de 2010 aumentó un 56,9%, más que el incremento de los fondos para vivienda en pesos corrientes, esto quiere decir que con los fondos asignados se puede construir menos. Con los 900: U$S de 2010, construiremos menos que con los 500: de U$S de 2005. Y como dijimos al principio, se alentó la esperanza de la gente, con lo cual esta situación es doblemente preocupante. Por un lado se le dice que la vivienda es un objetivo, se entusiasma a la gente pero se asignan menos recursos que en el quinquenio anterior. Es necesario corregir esta situación, para lo cual hay un solo camino. Destinar mayores recursos a vivienda. No hay otro camino si se quiere ser consecuente con lo que se dijo. Si se quiere cerrar, con el compromiso real, el discurso político. Si realmente se quiere recomponer la trama social destruida por el neoliberalismo, si se quiere integrar a los jóvenes y evitar que piensen en abandonar el país, tener una política de vivienda real y sustentable es imprescindible. Nuestra Federación está comprometido a ello y será un objetivo fundamental de nuestras movilizaciones. Es necesario pensar de donde obtener recursos para respaldar la esperanza de la gente. Creemos que uno de los caminos es el dinero que se acumula en las AFAPs. Están los instrumentos necesarios para canalizar dinero de las AFAPs a la construcción de vivienda de carácter social, solo se necesita que el MVOTMA nos acompañe en el reclamo, garantizando los mecanismos existentes. Existen 260,000 viviendas desocupadas en todo el país y, por otro lado, no alcanzan los recursos para satisfacer la demanda de vivienda, los alquileres escalan los 8000 y 10000 pesos por un poco más de un mono ambiente. Creemos que el gobierno, el parlamento, debe buscar la forma de obligar a volcar esas viviendas vacías al mercado, o que de lo contrario aporten al tema de vivienda con recursos. Hoy no es posible planificar, una política de vivienda, más allá de una administración. Cada administración debe planificar su política de vivienda y atarla al presupuesto que le vote el parlamento de turno, pues la administración anterior elimino la asignación directa de recursos al Fondo Nacional de Vivienda. Antes existían impuesto que directamente iban a vivienda y permitían prever gasto. En la actualidad eso no pasa, el parlamento debe votar cada quinquenio cuanto se destina a vivienda. Creemos, que esta es la segunda demostración que el gobierno debe dar de la importancia que le da al tema vivienda y recuperar esa saludable práctica y destinar recursos directo para fortalecer el FONAVI. De no ser así, lo que hoy haga será un parche más y como tal pasará a historia. Como un mejor o peor parche. Pero no solo tenemos un problema presupuestal, sino que atado al problema presupuestal esta el tema tierras. Existe la cartera de tierras pero no tiene la tierra suficiente y en condiciones, o sea con los servicios (saneamiento, agua, luz y camineria) para poder satisfacer la demanda existente. Sin embargo los diferentes ministerios tienen importante cantidad de tierra sin uso que podría pasar a la Cartera, de existir voluntad política. Existe gran cantidad tierra urbana privada en engorde a la espera de la suba de precios. El estado debería atacar el tema de la tierra urbana improductiva, es un debe que no es solo de esta administración, pero un debe al fin. El presupuesto no alcanza y se recurre a la promoción privada en la construcción de vivienda de interés social mediante una ley que exonera a las empresas del pago de impuestos. Las viviendas así construidas terminaran en el mercado en valores entre los 80,000 y 100,000 dólares. Viviendas de interés social para familias con ingresos menores a las 60 UR o sea 35000 pesos, lo que genera una cuota de 14,000 o 15,000 y que no van a poder amortizar. Sin embargo las empresa sociales construyen por 40,000 dólares, la mitad, sin exoneración alguna. Se subsidia a las empresas para que construyan viviendas de interés social caras con pingües beneficios a costa del estado. El gobierno debe hacerse cargo de la esperanza despertada volcando más recursos en la construcción de viviendas y apoyando con tierras ministeriales y municipales la Cartera de Tierras. Hoy, luego de 11 años de lucha, demostrando una vez más que la lucha paga, se han reconocido los reclamos de nuestras viejas cooperativas sobre sus deudas y hemos acordado la regularización de nuestras amortizaciones. Hoy nuestras cooperativas están volcando lo retenido en cuentas paralelas, demostrando así que la plata estaba. Reclamamos que estos aportes se integren al FONAVI ya. Si bien no van a cambiar la realidad del fondo, cuando la necesidad es grande cualquier moneda aporta a la olla. Fueron fondos destinados a vivienda y como tal se deben manejar. Pero hay dos puntos más que hoy entorpecen la construcción de vivienda. Por un lado es la lentitud en la pues en funcionamiento de la reglamentación 2011. Esta reglamentación introduce costos menores para la construcción de vivienda, sin embargo, luego que hemos construido durante 20 años por 1150 y 1200 UR, hoy nos dicen que no lo podemos hacer por 1350, como promedialmente lo establece la reglamentación 2011. Más aún cuando la UR aumento por encima de los costos de construcción. Quienes evalúan los proyectos presentados por las cooperativas no evalúan correctamente la incidencia de la autogestión en la construcción de nuestras viviendas. La incidencia de la autogestión en la construcción de viviendas es muy superior a la incidencia monetaria del 15% que se toma por parte de las autoridades. Cientos de estudios dicen que el aporte nunca es inferior al 30%. Sin embargo los burócratas de la ANV no se enteraron de ello. Acordamos que desde un escritorio es difícil de entender y en la Universidad esto no se aprende, esto se aprende en lleca, o haciendo zanja en los proyectos cooperativos. Debatiendo durante horas como mejor ahorramos para mejorar la calidad de vivienda. Sino vayan a ver cooperativas como 24 de mayo o Aripuca, Coviparmi o covitoledo y tantas otras. Las contradicciones de las reglamentaciones existentes son también motivos de retraso en la asignación de recursos a los proyectos presentados. Y tememos que sea una forma de filtrar a la hora de tener que ahorrar. Por los cual a lo anterior se debería abrir rápidamente una mesa de negociación para resolver estos temas burocráticos. Se dirá que existe una comisión para ello, pero lo que hemos vistos en ella es que a las organizaciones sociales solo se les llama allí para notificar resoluciones y no para aportar en el debate. Como hemos manejado todo el tiempo, las viviendas, los prestamos para vivienda se dan, tradicionalmente en UR, ahora también en UI. La UR históricamente ha evolucionado por encima del salario de las familias metas del FONAVI. Por algo muy sencillo. La UR varía según una media y en toda media los enanos se ahogan, nosotros en términos salariales somos lo enanos. La unidad de ajuste no puede ser más la UR, pero tampoco puede ser la UI, que varia con la inflación y si bien esta está contenida, no sabemos qué puede pasar en los 15 o 20 años que tenemos para pagar. Hemos propuesto una nueva unidad de ajuste, indispensable para que en una forma justa las familias que obtengan un préstamo del FONAVI, lo devuelvan según sus posibilidades. No alcanza con proporcionar las posibilidades de acceder a una vivienda. Según la constitución el estado debe proporcionar la posibilidad y garantizar la permanencia en la vivienda. Una forma es el subsidio a la permanencia, que ya existe. Pero la real es el ajuste adecuado a los ingresos de las familias del FONAVI. Por la permanencia y la defensa del FONAVI hemos luchado más de 40 años y estén seguros que nos encontrara en la lucha por una unidad más justa de ajuste. Por mayores recursos Por tierra Por una unidad de ajuste justa Luchar hasta vencer Viva FUCVAM Viva el PIT CNT Viva la clase obrera

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