PERÚ: Ollanta entre la industria minera y su pueblo.
Publicado en el Diario La República ( Uruguay 5/12/11)
La historia del Perú está signada por la explotación minera desde épocas de la Colonia española, hoy son otros los amos, pero el preciado botín del oro y la plata sigue siendo el elemento que marca la salvaje expoliación a la que fue y sigue siendo sometido éste país.
Con apenas tres meses de gobierno Ollanta tiene un conflicto de difícil solución al cual la movilización de indígenas, campesinos y trabajadores está ayudando a destrabar, esperemos positivamente.
Durante seis días las movilizaciones en el Departamento de Cajamarca intentaron frenar la ofensiva desplegada por la industria minera a través del denominado “Proyecto Conga”. El mismo fue aprobado durante el gobierno de Alan García con un estudio de impacto ambiental donde la misma empresa minera lo realizó, pero es ahora que se quiere implementar su ampliación.
El Proyecto implica la desaparición de tres lagunas naturales, debido a que estudios demuestran que debajo de las mismas existe mucho oro y plata. En particular la laguna de El Perol es la fuente natural de agua de la zona El impacto ambiental si se aplicara éste proyecto implicaría un daño terrible al ecosistema, dejando prácticamente sin riego a la zona, donde los directamente perjudicados serían los campesinos e indígenas que viven de sus cultivos.
La empresa minera de capitales nacionales y extranjeros hicieron denodados esfuerzos propagandísticos intentando demostrar que “lejos de perjudicar a la zona”, la misma se vería grandemente beneficiada.
Esta vez los indígenas y campesinos no compraron “espejitos”, frente a ésta ofensiva y las posiciones dubitativas del Gobierno, las organizaciones populares de la zona en un frente único de lucha ocuparon las tierras aledañas a las lagunas y cortaron las carreteras, dejando prácticamente incomunicado al Departamento del resto del país.
Se generó de esta manera una crisis institucional, con renuncias de asesores gubernamentales, contradicciones de todo orden en el gobierno y el apoyo del resto del pueblo Peruano se hacía sentir a favor de la lucha indígena y campesina. En ese marco la Central de trabajadores convocó a una marcha y paro masivo de actividades en apoyo al departamento de Cajamarca. Al cumplirse el sexto día de movilizaciones, el gobierno de Ollanta ordena frenar el Proyecto. Lo cual se convierte por el momento en un triunfo clave por parte de las organizaciones populares. Y digo por el momento porque claro está, que las empresas mineras y sus presiones no solamente ya se han hecho sentir, sino que seguirán haciéndolo. A tal punto que por ejemplo, ya Ollanta anunció que al parar el proyecto Conga se verán comprometidos las posibilidades de una serie de programas sociales que el gobierno quería implementar , con los fondos obtenidos por el llamado permiso de extracción e impuesto a grandes ganancias mineras. En realidad se trata de una suma importante de dinero, pero miserable en comparación a las ganancias que se extraen de las minas.
El gobierno de Ollanta dio un paso atrás y es muy importante, pero lo que es claro que de no ser por la impresionante movilización popular, Conga hoy sería una realidad.
Como enseñanza política central de ésta experiencia, se debe de sacar como conclusión fundamental. Los gobiernos progresistas, que en su gran mayoría han llegado al gobierno con alianzas que representan distintos intereses, no homogéneos, deben de contar si así lo entienden, con la importantísima base de movilización popular que permita frenar las presiones de todo tipo a las cuales se ven y seguirán viendo sometidos. De no hacerlo tendrán a su pueblo en contra, tarde o temprano.
Gustavo González.
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