martes, 8 de noviembre de 2011

La Vivienda en Honduras

LA VIVIENDA EN HONDURAS, REFLEXIONES.

La pasada gira que realicé en Honduras, me llevó a una serie de reflexiones que deseo compartir con los lectores interesados en el apasionante mundo de la vivienda y el hábitat popular.
Siempre estuve y sigo estando en contra de las propuestas de viviendas de poco espacio vital para las familias más humildes de la población, sea del país que sea.
Ello fundamentalmente porque los organismos multilaterales de financiamiento y “desarrollo” siempre utilizan éste argumento para dar viviendas no solamente de pésima calidad sino también de un espacio realmente reducido. Discurso en el cual se apoyan muchos gobiernos para decir que es lo que le pueden dar a los pobres, porque la “economía manda”.Como si se tratara de que los pobres se deben de conformar con lo que “hay”, olvidándose que un derecho no puede recortarse, porque al hacerlo se viola.
En Honduras las Cooperativas de Vivienda autogestionarias, han podido hacerse paso en la construcción de sus viviendas, teniendo que sortear un sin número de trámites burocráticos y limitaciones de todo orden, lo cual obviamente generan en los grupos situaciones no deseadas.
A la luz de aún así haber caminado, la propia experiencia está marcando cambios fundamentales que debe de hacerse al denominado Programa de Vivienda Solidario, tarea a la cual está abocado el Comité de Vivienda Solidaria, a través de propuestas y movilizaciones permanentes.
Pero mi reflexión apunta a comentar cómo concibo la denominada “producción social del hábitat” es decir la producción de viviendas realizada por los sectores populares de nuestros países, concepto que a mi juicio no debe de permitir que todo lo que la gente haga está bien y hay que fomentarlo.
Sin asesoramiento técnico, sin una verdadera asistencia al respecto, es no solo imposible, sino erróneo fomentar la construcción de viviendas populares y una buena forma además de que los distintos estados nacionales se laven las manos con la no intervención en el tema.
Por otra parte hay que asegurar una estructura edilicia buena desde el punto de vista constructivo, el cual nos permita terminar la obra total, que la gente pueda habitar bien y entonces sí a partir de ello la vivienda puede “crecer”.
Luego de habitada la Cooperativa de la localidad de Jacaleapa en Honduras, con 42 metros cuadrados construidos y todos los servicios básicos, al pasar unos meses de terminadas, comenzaron los cambios de las viviendas, comenzaron a crecer.
Lo ideal es que exista en éste crecimiento un acuerdo entre todos los cooperativistas, que sigan teniendo asesoramiento técnico mínimo para las reformas a desarrollar.
Pero lo más importante y lo que más reafirmé es que obviamente la idea, el imaginario de la vivienda es una construcción cultural y social.
Pensar la vivienda para un uruguayo, con la misma idea que para un hondureño, es no entender la clave de la vivienda popular, lo que con anterioridad planteaba, lo cultural, la identidad en definitiva, la impronta que cada pueblo o región le suma

1 comentario:

  1. Tienes razon Gustavo, se han hecho logros que no tienen ningun antecedente, se ha construido partiendo de cero, una organizacion social (COHVISOL)que continua la lucha por llevar el tema de la vivienda solidaria a un politica permanente de Estado de Honduras

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