Reportaje en diario La Diaria ( Uruguay)

Gustavo González, ex secretario general de FUCVAM. Diario La Diaria Uruguay. 24/6/12. Volver a los cimientos Ex dirigente de FUCVAM advierte que FA deberá defender “idealismo” del Plan Juntos cuando oposición lo “recuerde” en la campaña electoral. Gustavo González integra desde joven la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua (FUCVAM), de la cual llegó a ser secretario general. En 2003 se fue a Centroamérica a trabajar en un proyecto en convenio con el Centro Cooperativo Sueco para replicar el modelo de FUCVAM en otros países. Radicado nuevamente en Uruguay, viaja constantemente para atender proyectos en El Salvador, Honduras, Guatemala, Bolivia y Paraguay. Se trata de una “réplica exacta del modelo uruguayo” con propiedad colectiva, usuarios, autogestión y ayuda mutua, dice. Más cooperativas -¿No te convence el Plan Juntos? -Lo que hizo Mujica fue homogeneizar la vivienda, basado en la ilusión de que los capitalistas son buenos y pueden poner plata para que los pobres construyan. Eso es un brutal idealismo del presidente que llevó a que el buque insignia esté ahora como la avioneta perdida: nadie sabe nada de él. Se convoca al voluntariado como si estuviéramos en los años 70. Y esto lo va a tener que defender todo el FA, porque Larrañaga, Lacalle y Bordaberry se van a acordar del Plan Juntos seis meses antes de las elecciones. -¿Qué otras políticas se podrían aplicar en el tema vivienda? -Hay que reconstruir el Fondo Nacional de Vivienda, porque ahora los recursos dependen de la voluntad política del Parlamento cuando asigna el presupuesto, y eso es un riesgo. Hay que rearmar una cartera de tierras y el Estado tiene que intervenir cargando de impuestos al que especula con el suelo o al que tiene seis viviendas vacías esperando la suba de alquileres. Hay que hacer una reforma urbana, que es tan importante como la agraria. Todavía tenemos posibilidades, si se trabaja con la gente. El cooperativismo de vivienda no puede ser la única alternativa pero tiene que ser una de las más importantes. Es la más barata para el Estado. Los centroamericanos “sienten una gran admiración por los cooperativistas” de Uruguay y según González, que reconoce que ha tenido “la suerte de viajar bastante”, no ha encontrado “un movimiento social cooperativo como el de este país”. Sin embargo, a pesar de la historia de FUCVAM y de su contribución a la solución de la problemática de la vivienda, “acá nadie le da pelota y le pegan tanto desde la derecha como desde la izquierda”. En los países de América Central, al igual que en Uruguay, “se ha dado la pelea por crear leyes nacionales de vivienda y conseguir financiamiento estatal”. La etapa de construcción es similar, “con equipos técnicos que asesoran, y la gente construye y tiene el control de la cooperativa”, cuenta. Luego de casi nueve años de trabajo, en la actualidad “existe una coordinadora centroamericana y federaciones en todos los países” con proyectos que se adaptan a las diferentes realidades. González sostiene que el problema de la vivienda afecta a toda América Latina y tiene que ver con que los planes “están hechos por los organismos multilaterales”, como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que promueven “la construcción de casas de 17 metros cuadrados”, como las de Un Techo Para mi País o el Plan Juntos, una iniciativa que González dice no comprender. En la mayoría de los países, entre ellos Uruguay, han desaparecido “los fondos nacionales de vivienda”. Según González, el Fondo Nacional de Vivienda uruguayo, que sumaba 100 millones de dólares, “desapareció” durante la crisis de 2002 y no se sabe “dónde fue a parar”. En el tema de la vivienda “Uruguay retrocedió 50 años”: aunque “podríamos ser un ejemplo para el Tercer Mundo, las políticas que se están impulsando no conducen a eso”, opina. El ex dirigente de FUCVAM dice que habría que haber apostado más al sistema cooperativo, pero cuando asumió el primer gobierno del Frente Amplio (FA), la izquierda “se sumó al discurso que la derecha había sostenido históricamente” contra FUCVAM, de que “éramos malos pagadores”, cuando “está absolutamente demostrado que teníamos razón”. “Blancos y colorados embromaron a un país con los colgamentos que vinieron de la dictadura, y las cooperativas resistimos y no pagamos lo que no nos correspondía. Esa resistencia hizo que FUCVAM fuese estigmatizada por la derecha, pero la izquierda tomó el mismo discurso y cuando asumió Mariano Arana como ministro de Vivienda llamó a los buenos pagadores a romper la huelga de pagos”, explica González. Eso generó “toda una situación conflictiva y tuvieron que pasar ocho años para que se resolviera”, agrega. “Recién ahora salió, con esta administración, una reestructura favorable y las cooperativas empezaron a pagar”. En cuanto a la Ley de Promoción de la Vivienda de Interés Social, González considera que los “empresarios de la construcción buscan un negocio, y en ningún país funcionó que los sectores que están en el bolsón del déficit habitacional vayan a vivir donde invierten los privados”. Si la inversión privada resolviera el problema de los sectores populares “no habría problemas de vivienda en el mundo”, explica. “Pero invierten si el Estado les garantiza la devolución del dinero y en última instancia el Estado hace un negocio para el privado”, agrega. “Eso es lo que está haciendo la Agencia Nacional de Vivienda”, aseguró.

Día Mundial del Cooperativismo en las calles de Centroamerica.

Así fue, en las calles con sus reclamos a cuestas los y las Cooperativistas de Vivienda conmemoraron el Día Mundial del Cooperativismo. Honduras, Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica todos los países según sus condiciones realizaron múltiples actividades, demostrando una vez más que las Cooperativas Autogestionarias viven y luchan. En momentos de crisis, las Cooperativas son una herramienta de lucha importante donde se nuclean las y los trabajadores en pos de una vivienda adecuada.

Los mineros llegaron a Madrid

Los mineros de Asturias llegaron a Madrid Gustavo González. Analista Publicado en el Diario La República Uruguay Desde el 23 de junio comenzaron los mineros asturianos su marcha a pie, llegando a Madrid el pasado 12 de julio. Esta impresionante movilización está dentro de la huelga general que los trabajadores de las minas de carbón mantienen en España, desde hace más de un mes. Caminaron 486 kilómetros contando con la inmensa solidaridad de otros trabajadores a su paso. Su llegada a Madrid fue recibida por más de 20.000 trabajadores que aplaudían el paso de los caminantes; ellos venían cantando el himno minero “Santa Bárbara Bendita”, recordando sus estrofas nacidas en la Guerra Civil Española de la década del 30. Al llegar a las puertas del Ministerio de Industria fueron salvajemente reprimidos, con un saldo de 76 heridos en el enfrentamiento. La huelga minera en España y en el concierto general que viven hoy los trabajadores europeos, no es una huelga más: tiene aristas muy importantes las cuales preocupan seriamente al gobierno de Rajoy. El posible cierre de las minas que dejaría a ocho mil trabajadores en la calle, tiene como objetivo fundamental para el gobierno romper la posible idea de que una huelga de este carácter pudiera triunfar, donde la acción directa, el corte de rutas y la solidaridad recibida está siendo demostrada por otros sectores más allá de los trabajadores pues la huelga cuenta con el apoyo también de un número importante de artistas, intelectuales y músicos como Joaquín Sabina o Ana Belén entre otros. De triunfar la huelga sería un ejemplo a seguir por otros gremios, ya no solamente españoles sino de otros países cercanos. En realidad los trabajadores asturianos, ese puñado de hombres y mujeres en lucha, vuelven a poner en el escenario político la importancia fundamental de la clase obrera. Cuestión que no solamente preocupa a los capitalistas sino también a aquellos pos modernos intelectuales de “izquierda” que ya desde hace años están empecinados en demostrar que la clase obrera es cosa del pasado. El gobierno de Rajoy por su parte sabe y es consciente que debe quebrar toda resistencia de los trabajadores para de esta manera concretar la entrega del país a los bancos y su salvataje, auténticos responsables de la brutal crisis que descargan sobre los hombros de los asalariados. Una gran pulseada política es además romper los convenios colectivos de los trabajadores sindicalizados. Las patronales españolas y el conjunto del capital internacional, están obligados a frenar todo intento de lucha de la gente contra sus planes. La prensa de derecha española no pudo ocultar la impresionante lucha de los mineros, no sin dejar de hacer furibundas críticas fundamentalmente a sus métodos de lucha. Es decir que no solamente preocupa la huelga, sino que, reitero, el tipo de métodos utilizados por los mineros; el objetivo inmediato del gobierno español es desarticular la protesta lo antes posible. ¿Podrán los mineros triunfar? Solos es muy difícil. Es fundamental rodear de solidaridad a los trabajadores mineros, no solamente en España, sino que se conozcan los alcances de la huelga más allá de fronteras. Gracias, mineros asturianos; están demostrando una vez más que viven y luchan, mal que les pese a muchos, ustedes son la demostración más clara de que son los “indignados” que más preocupan al capital. No importaron las llagas de sus pies, el cansancio acumulado en la gran “Marcha Negra”, se calentaban con las estrofas de su himno “traigo la camisa roja, mira como vengo yo, de sangre de un compañero, mira Maruxinia mira, mira como vengo yo”.

PARAGUAY, HONDURAS, similitudes

editorial Diario La República Uruguay ( 11/7/12) Honduras y Paraguay: similitudes Gustavo González ( Analista) Tanto el golpe operado en Honduras como en Paraguay son dos caras de una misma moneda, es decir que estamos frente a la nueva estrategia del imperialismo para quebrar la institucionalidad de nuestros países. Un nuevo Plan Cóndor con aristas “democráticas”, pero el objetivo es exactamente el mismo. No se puede tener un análisis profundo, si no encontramos los verdaderos motivos que originan esta situación. Detrás de ambos golpes hay intereses de clase, representados en Honduras por las multinacionales del medicamento y, en el caso Paraguayo, por la multinacional del agro negocio extractivo de la mano de la firma Monsanto, responsable de inundar nuestro continente con semillas transgénicas, ocasionando para sus arcas negocios millonarios. La siniestra maniobra está plenamente demostrada, con la complicidad por cierto de la burguesía nativa Paraguaya. “El 21 de octubre de 2011, el Ministerio de Agricultura y Ganadería, dirigido por el liberal Enzo Cardozo, liberó ilegalmente la semilla de algodón transgénico Bollgard BT de la compañía norteamericana de bíotecnología Monsanto, para su siembra comercial en Paraguay. Las protestas campesinas y de organizaciones ambientalistas no se dejaron esperar. El gen de este algodón está mezclado con el gen del Bacillus Thurigensis, una bacteria tóxica que mata a algunas plagas del algodón, como las larvas del picudo, un coleóptero que oviposita en el capullo del textil. El Servicio de Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas, Senave, otra institución del Estado paraguayo, dirigido por Miguel Lovera, no inscribió dicha semilla transgénica en los registros de cultivares por carecer de los dictámenes del Ministerio de Salud y de la Secretaría del Ambiente, tal como exige la legislación”. A partir de este hecho, se desata una furibunda campaña mediática, de gran ofensiva justamente contra quienes desde el Gobierno se opusieron a darle el campo libre a dicha semilla. Durante los meses posteriores, Monsanto, a través de la Unión de Gremios de Producción, UGP, estrechamente ligada al Grupo Zuccolillo, que publica el diario ABC Color, arremetió contra Senave y su presidente por no inscribir la semilla transgénica de Monsanto para su uso comercial en todo el país. La resistencia de las organizaciones campesinas a seguir siendo esquilmadas por el negocio multinacional debía ser quebrada, así como todos aquellos que no permitieran el negocio, como lo era el caso de Miguel Lovera. Es por ello que ya estaba preparado el llamado “tractorazo”, organizado por la UGP días antes del golpe solicitando la destitución de Lovera entre otras reivindicaciones, al punto que dado el quiebre institucional, la movilización quedó sin efecto. He aquí lo que no se dice del golpe paraguayo: los 30 millones de dólares que factura Monsanto, en el último año; y esto es lo declarado, con seguridad es mucho más. Por lo tanto el golpe fue contra el pueblo paraguayo y en particular contra las organizaciones campesinas que daban la lucha contra el agronegocio multinacional. Fue armado con el tiempo suficiente, pensado y ejecutado cuando las condiciones de aislamiento de Lugo y su pueblo estuvieran dadas. La conclusión es evidente, detrás del golpe están los gringos y el capital multinacional, con la burguesía nativa tanto de Honduras como de Paraguay, como mandaderos y cómplices del negocio. Ni Paraguay ni Honduras podrán frenar la ofensiva del gran capital si no entendemos que la lucha es global y la solidaridad internacional se coloca como un elemento central de la lucha de los pueblos. El Imperio utilizó a Honduras de laboratorio; ahora se expande a Paraguay. Esto es lo que se debe denunciar, la unidad latinoamericana no se puede hacer bajo supuestos políticos que no desnudan, denuncian y se oponen realmente a los intereses de clase que propician los golpes.

NUEVO DÍA MUNDIAL DEL COOPERATIVISMO

OTRO NUEVO DIA MUNDIAL DEL COOPERATIVISMO Este primer sábado del mes de julio, se conmemora nuevamente el día mundial del Cooperativismo. Para los Cooperativistas de vivienda autogestionarios será un día más de lucha, propuesta y reclamos concretos. A lo largo de toda la semana en los distintos países de la Región Centroamericana, así lo aprobó la COCEAVIS (Coordinadora Centroamericana Autogestión y Vivienda Solidaria), en Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala, Costa Rica, están programadas una serie de medidas importantes donde los cooperativistas diremos presente. Nuestras propuestas se basan en que nuestro Cooperativismo es una herramienta de lucha, es además un modelo donde el control político de nuestras empresas las tiene la gente, lo que nos diferencia del Cooperativismo tradicional, actualmente burocratizado y aliado en más de una oportunidad de intereses espurios a la filosofía que nos orienta. Por lo tanto estaremos haciendo los reclamos pertinentes al Estado para que efectivamente se cumpla la idea de que la vivienda es un derecho y no una mercancía. Además denunciaremos a los falsos profetas del Cooperativismo que violando sus principios fundacionales, daña la verdadera imagen del Cooperativismo.