jueves, 29 de enero de 2015

Porciones de ciudad alternativas. Las Cooperativas de vivienda

Porciones de ciudad alternativa. Publicado Diario La República 29/1/15. Uruguay. Las Cooperativas de vivienda son efectivamente porciones de ciudad distinta, donde la autogestión genera una forma de hacer y gestionar de la propia gente que las hace diferentes. En general a las mismas se las analiza desde la perspectiva del tema vivienda y se deja de lado, a mi juicio lo más importante y es justamente el desarrollo social que han logrado estos barrios. El vecindario, el conocerse, en definitiva el saber quien es nuestro vecino hace a generar confianza en esa porción de territorio. Esto no es menor en momentos en que tanto se habla de la violencia ciudadana. Un modelo de gestión auténticamente uruguayo, nacido a fines de la década del 60 es menester estudiarlo, sacar las mejores conclusiones del mismo, a los efectos de tratar de mejorarlo cada día más. No perder el tiempo en nuevas propuestas que siempre surgen sobre todo en campañas electorales. Por cierto que no es un modelo perfecto, pero nadie puede dudar de sus logros no solamente en la calidad de vivienda que han construido, sino en los barrios como tales que se han generado. Escuelas, guarderías, bibliotecas, policlínicas, salones comunales, gimnasios y así podría seguir enumerando todo lo que fueron capaces de construir los cooperativistas de nuestro país, mucho más allá de sus viviendas en sí. Otro aspecto que hay que observar es el cuidado de estos barrios, algunos construidos ya hace más de 30 o 40 años parecen recién inaugurados. Ello es debido a que nadie quiere ni conserva tanto, como aquello que fue construido por el mismo y cuando esto se realizó en colectivo mejor aún. La ciudad es sin duda mucho más que las Cooperativas, pero ellas son porciones de la misma que marcan su diferencia, a favor de la participación de la gente desde que nacen como grupo, son por tanto verdaderas escuelas de ciudadanía. Estos constructores autogestionarios han sido reconocidos mundialmente, hoy este modelo se desarrolla en varios países del mundo, sin embargo por momentos en nuestro país se intenta desconocer su valía. En estos momentos de campaña electoral municipal, un elemento que debe de estar en la plataforma es seguir apostando a la Cartera de tierras de la Intendencia de Montevideo. Aquella que nació con la Intendencia de Tabaré Vázquez en 1990. Fueron las cooperativas y su Federación ( FUCVAM) las que no solamente lucharon por esta conquista , sino que propusieron y pusieron en la agenda la creación de la misma. Porque para construir una ciudad distinta, hay que contar con instrumentos políticos para poder desarrollar cualquier modelo que se quiera implementar. Fue gracias a dicha conquista que las Cooperativas pudieron desarrollarse en la ciudad, conquistando de esa forma territorio en todos los barrios de Montevideo. Hay que redoblar esta apuesta política, la ciudad se planifica con la gente que efectivamente construye. El problema del suelo urbano y su uso, es lo que o bien democratiza la ciudad o la segrega. Las ciudades son construidas en más de un 60% por la gente misma, pero se necesitan los instrumentos políticos. El poder local a través de las Intendencias tienen un rol fundamental que cumplir, en particular en la distribución del suelo y los servicios que los mismos deben de tener. Gustavo González ( Analista)

martes, 27 de enero de 2015

Vivienda, enseñanza y cooperativismo El Salvador.

Vivienda, enseñanza y cooperativismo El Salvador. En mis andanzas por tierras Salvadoreñas, al llegarme la noticia que hoy quiero compartir, me vino a mi mente, aquella ruta que transité tantas veces hacia el Mahaual, donde pasa el río que lleva su nombre y recuerdo cuando la tormenta Stand hizo destrozos en gran parte de la zona de ese departamento ( La Libertad). Por aquellos tiempos, las y los compañeros de la Cooperativa 13 de enero construyeron en su terreno en forma urgente viviendas provisorias, para los socios de la Cooperativa afectados por el Stand ( tormenta tropical), aún no habían comenzado la obra de las viviendas definitivas, que hoy lucen con orgullo. Las aguas del Mahaual se desbordaron y barrieron cuanta vivienda precaria se encontraba en su camino En esa carretera siempre observaba las escuelita del Mahaual, por cierto en muy malas condiciones, donde gran parte de los niños y niñas de la zona concurrían a sus clases. Hoy estoy ansioso de volverla a ver, porque me enviaron la hermosa noticia que se terminaron las obras de refacción de la escuela ( comenzadas en noviembre) que hemos desarrollado junto a los compañeros de FESCOVAM y FUNDASAL. Ello porque los fondos que juntan solidariamente los niños suecos de la llamada Operación Dagsverke, tuvo como objetivo entre otros que ya se desplegaron en otros países de la región, la reparación de la escuela. Y esta obra está indisolublemente ligada al Cooperativismo de Vivienda, porque eligieron el lugar las y los compañeros de FESCOVAM, la idea central era unir, articular, los beneficios de nuestro modelo mucho más allá de la vivienda. El asesoramiento técnico de FUNDASAL, la idea y la fuerza de FESCOVAM, el apoyo solidario de los niños suecos y la encarnación en El Salvador de un modelo de gestión uruguayo como el de FUCVAM hicieron posible, que mi mirada desde la carretera hacia la escuela cambie, me haga sentir una vez más que estamos vivos y peleando por un mundo mejor. Pero por sobre todas las cosas, los niños que asisten a esta escuelita pública tendrán un mejor confort en sus aulas, ya la lluvia ni los temporales harán que ellos pierdan horas de clase. Adelante Salvadoreños, como dice su canción ¡!!! Dale Salvadoreño que no hay pájaro pequeño!!!!! Relato Gustavo. Enero 2015

miércoles, 21 de enero de 2015

Orgullo del lugar donde vivimos

Orgullo del lugar donde vivimos. Publicado en el Diario La República ( Uruguay) 21/1/15 El gran urbanista catalán Jordi Borja, en su libro acerca del espacio público nos dice que “todos tenemos derecho a sentirnos orgullosos del lugar donde vivimos y que los otros reconozcan la dignidad de nuestra zona de residencia. A todas las partes de la ciudad metropolitana les corresponde una cuota de centralidad, de monumentalidad, de equipamientos y actividades atrayentes de calidad”. Lograr ello es remitirnos a los llamados tejidos urbanos, tarea que debe de ser prioritario siempre dentro del desarrollo del derecho a la ciudad en la próxima Intendencia del Frente Amplio. Recuerdo cuando en un evento realizado en San Pablo ( Brasil), una anciana de una favela dijo , “nosotros también tenemos derecho a la belleza”. Nuestros barrios siempre son motivo de nuestro orgullo, todas y todos hablamos con cariño del barrio que nos vio nacer, donde nos desarrollamos, donde dimos en definitiva nuestros primeros pasos en la vida. Yo nací en tal o cual barrio, ello es parte de una identidad ciudadana inigualable, porque uno quiere no solo ese territorio, ese pedazo de ciudad, sino también al club, a la placita, su calle principal etc. Se trata entonces de llegar a que cada uno de nuestros barrios tenga también su belleza concebida ella como la interpretación que la gente de ese lugar hace de la zona en cuestión, su monumentalidad, su parque o espacio de encuentro, en definitiva llegaremos a generar hábitat sostenible, solo si volvemos a generar espacios de participación activa de la gente y un presupuesto que atienda justamente el recrear el orgullo de ser de tal o cual barrio. Un ejemplo extraordinario que hay que repetir es la actual Plaza Líber Seregni en el barrio del Cordón, llena de gente a toda hora, bien iluminada, actividades culturales, espacio tanto para jóvenes, como para niños y ancianos. La gente de cada barrio, creando y gestionando propuestas llevará a tener efectivamente una Intendencia activa donde el transporte, la seguridad ciudadana, el alumbrado, y las soluciones de cada uno de estos elementos surgirán de los propios vecinos. La ciudad es una creación constante, es el continente de la historia, el tiempo concentrado en el espacio, por tanto es para nosotros el lugar desde donde se producen los proyectos de futuro que dan sentido al presente. La ciudad es un patrimonio colectivo, en el que tramas, edificios y monumentos se combinan con recuerdos, sentimientos y sobre todo momentos comunitarios. Es por esto mismo que cuando hablamos de proyectos para la ciudad antes que nada tenemos que plantearnos cuales son los valores que orientan nuestra acción, hacia donde queremos ir y qué modelos de vida urbana proponemos a la ciudadanía. Esto es lo que hará la diferencia, esto es lo que hay que dejarle claro al votante para el mes de mayo, nosotros proponemos una ciudad donde no mande el trazo urbano de la misma la promoción privada, sino que el espacio público lo defina la gente y no los intereses comerciales. Los barrios privados, los shopping ( que se reservan el derecho de admisión), los guetos residenciales que han hecho perder el carácter público de las calles en manos de policías privados, son la propuesta de la destrucción de la ciudad que aspiramos, de los barrios que queremos. Se trata entonces de ser claros en nuestro discurso, apostaremos a devolver la belleza y el orgullo de los barrios populares de nuestra ciudad. Gustavo González ( Analista).

lunes, 19 de enero de 2015

El sorteo que da vida ( Honduras)

El sorteo que da vida ( Honduras). Transitar por el sur de Honduras es ver la pobreza desde cerca, sus caminos se hacen interminables debido a que el inmenso calor te abraza y parece inmovilizarte. Pero aún así se encuentra la vida de la gente y sus sueños, sus ansias de superarse, sus ganas de gritar como gritan en sus marchas de “Resistencia”, ¡ sí se puede¡¡¡. Pespire, Nacaome, San Lorenzo, Marcovia, Choluteca, todas localidades de dicha región hoy cuentan con sus Cooperativas de vivienda y esta vez le tocó a Cholumar , la Cooperativa de Choluteca. Ciudad a la cual le llaman la “Sultana del Sur”, bañada por las aguas del río que lleva su mismo nombre, es la de mayor población del Sur, aproximadamente 160.000 habitantes. Y entre ellos unos cuantos se animaron hace un tiempo a desafiar su destino proponiéndose formar su Cooperativa para hacerle frente y lograr el derecho a una vivienda digna. Este 11 de enero sortearon entre sus asociados las primeras y flamantes 128 viviendas, con alegría, con mucho sacrificio también, dieron por terminada esta primer etapa de las más de cuatrocientas que tienen planteado concluir a corto plazo. Sarahí su presidenta me mandó un correo donde muestra con claridad la desbordante alegría que vivieron las familias ese día. Lo lograron a pesar de todos los pesares, porque creyeron en la ayuda mutua en la propiedad colectiva, porque entendieron que juntos son muchos más. A seguir adelante hoy el Sur ya luce distinto aún en la difícil situación por la que atraviesa el pueblo Hondureño , desde que llegaron las Cooperativas autogestionarias. ¡Brindemos por las 128 familias y todas las que continuarán su esfuerzo y su ejemplo! Gustavo. 19/1/15

El lugar de los encuentros, la ciudad

El lugar de los encuentros, la ciudad. Publicado en Diario La República (Uruguay 14/1/15). Como reza el título de este artículo, hoy me referiré justamente a los lugares de encuentro de la propia gente, que existen y hay que potenciar en la ciudad. En un Foro del cual participé hace un tiempo, el Director de Planeamiento de la ciudad de Londres decía “ la mercadería más importante que se intercambia en una ciudad es la conversación, la información cara a cara, la murmuración… En consecuencia las ciudades no pueden perder sus bares, sus restaurantes” Le agrego sus boliches, la esquina, el club del barrio ese que se gesta con la propia gente, con una impresionante militancia y voluntariado social y no me refiero a los llamados “clubes grandes”. Concretamente reivindico al club de barrio, el que junta a las pibas y los pibes, el que intenta desarrollar deporte amateur, de los cuales hay muchos aún por suerte en Montevideo, pero en franca decadencia, sin ningún tipo de apoyo o si lo hay es mínimo. Porque estos clubes son parte de la ciudad y es la parte sana, la que junta a la gente, la que se preocupa por la barriada, la que además genera memoria colectiva. No es precisamente la llamada ciudad fragmentada, despilfarradora, socialmente segregada, económicamente poco productiva, culturalmente miserable y políticamente ingobernable. Montevideo tiene la impresionante posibilidad de ser efectivamente una extraordinaria ciudad en la medida que efectivamente se comience a discutir un proyecto de ciudad o se vuelva a discutir con las mismas ganas que en el 90. Hay que apuntar a tener una ciudad que optimice las oportunidades de contacto, la que apueste por la diferenciación y la mixtura funcional y social, la que multiplica los espacios de encuentro. La ciudad la decide su espacio público, que es el lugar de intercambio por excelencia, pero es también donde más se manifiesta la crisis de la ciudad. Los viejos clubes de barrio a veces sin saberlo, justamente garantizan el encuentro, la preocupación de generar un espacio común a mucha gente, padres, niños, abuelas abuelos, hermanas, hermanos. Es momento de pensar desde las Intendencias en ellos, es momento de saber que la ciudad la fue construyendo la propia gente en forma anónima, simple y sencillamente. Y el club de este tipo forma también al ciudadano, de allí la importancia de que sea muy tenido en cuenta este tipo de organizaciones. En el pleno desarrollo del derecho a la ciudad, podrían jugar un rol mucho más destacado si les apoyamos y les facilitamos potenciando ese voluntariado, que generó a lo largo de los años, gimnasios, canchas de volley, basket, fútbol , salones de fiestas. Una impresionante infraestructura que la gozaron miles de Montevideanos a lo largo de los años, podríamos hacer una lista interminable de Clubes que verdaderamente formaron generaciones enteras. Para ello tanto la Intendencia, como otros organismos del Estado deberán coordinar acciones concretas que como dije permitan potenciar lo que ya hizo la gente y lo que puede hacer aún, si comenzamos a ver la ciudad desde esta perspectiva. La recolección de residuos, la seguridad, el descongestionamiento del tránsito, no la podemos seguir viendo en compartimentos estancos, separados, sin ver la globalidad y una nueva visión de ciudad. Hemos perdido el “encuentro” hay que recuperarlo en forma urgente estamos a tiempo, ello educa, socializa, nos acerca en definitiva hay que pensar la ciudad educativa. Hoy me referí a los clubes de barrio, pero hay muchos más espacios ya existentes que hay que reivindicar, estudiarlos, ver en qué condiciones hoy se encuentran para reflotar lo mejor de estos espacios. Llegaremos al espacio público si juntamos las buenas experiencias de muchos pequeños espacios, entre ellos los clubes de barrio. Gustavo González ( Analista).